Había una vez una niña que le encantaba jugar con sus muñecas; tenía muñecas por todos lados, en su habitación, en la sala, en la escalera y hasta en el baño.
Share this post
Un cuento de terror: La pata sola
Share this post
Había una vez una niña que le encantaba jugar con sus muñecas; tenía muñecas por todos lados, en su habitación, en la sala, en la escalera y hasta en el baño.